1.¿Que problemas hay actualmente que interesen al sector educativo Colombiano?
2.¿Cuales son los problemas relevantes de salud que hay en Colombia actualmente?
3.¿Cuales pueden ser las soluciones tecnológicas para dichos problemas educativos y de salud?
4.¿Que argumentos u opiniones soportan los problemas planteados anteriormente?
desarrollo
1.
Lo primero que conviene repasar son los datos gruesos de la situación de los jóvenes que concluyen su bachillerato en Colombia:
- Este año saldrán a continuar sus estudios o a buscar trabajo 625.466 chicos y chicas, de los cuales solamente una pequeñísima porción tendrá cabida en las universidades públicas.
- La matrícula universitaria total para el 2010 fue de 978.554, según datos del Ministerio de Educación; de esta, corresponden 454.908 estudiantes a la universidad pública.
- Si los cupos para el primer año fueran el 25 por ciento de la matrícula total, asumiendo tasas de deserción y graduación un poco mayores que este porcentaje, sólo habría cupo para cerca de 120.000 bachilleres.
- La universidad privada podrá ofrecer una cifra similar.
Esto significa que el sistema universitario no está en capacidad de acoger siquiera a la mitad de una cohorte anual.
2.
- Es ineficiente que el gobierno nacional, de manera centralizada desde Bogotá, tenga que auditar cada cuenta médica del país. La auditoría es costosa.
- El necesario control de las autorizaciones y los gastos sería más efectivo si fuera previo, pero el FOSYGA audita a posteriori. Si encuentra razones de fondo para no pagar, la EPS o el prestador incurren en una pérdida.
- Contrario a lo que ocurre con las licitaciones, que conllevan para los oferentes el incentivo a bajar el precio para poder ganar, el recobro lleva implícito el incentivo a inflar los precios en todas las etapas de la cadena. Los oferentes saben que el Estado en virtud de una orden judicial tendrá que pagar a cualquier precio.
- La auditoría de los recobros y sus soportes (e.g. facturas, actas de comités médicos, fallos de tutela) inevitablemente se hacen en papel. El papel aguanta todo y no es materialmente factible para el Estado verificar la autenticidad de cada factura, acta, etc. Y los actores del sistema lo saben.
- Se han presentado abusos por parte de algunas EPS y prestadores, tanto por la vía de los precios como de la falsedad documental, lo cual agrava la desconfianza del pagador público y lleva a aún más controles que agudizan el represamiento.
- El hecho de que entre 1994 y 2004 no se hubiera actualizado el contenido del POS agravó el problema, y las actualizaciones recientes no han bastado para mejorar la percepción que se tiene del dicho plan. Hay que observar, sin embargo, que la desactualización del plan agrava el problema de las prestaciones no POS, pero no es su causa. La causa de que haya servicios no POS es que dicho plan es finito. Aún si está perfectamente actualizado tendrá inevitablemente servicios excluidos, más aún dada la avalancha de nueva tecnología médica que llega constantemente al país.
- En el régimen subsidiado hay problemas adicionales porque los recursos se asignan en primera instancia a las entidades territoriales, luego estas los transfieren a las EPS y finalmente a los prestadores. Pueden quedarse en el camino. Además las EPS del subsidiado se habían desnaturalizado porque se generalizó la práctica de pagar todos los servicios por capitación, con lo cual el prestador asume todos los riesgos y responsabilidades y la EPS del régimen subsidiado no cumple su razón de ser, cual es la de ser un comparador inteligente de servicios, negociar buenas condiciones de precio y calidad y gestionar el activamente el acceso a la red de servicios que configure.
3.
la educación :
El resultado se desprende del desempeño promedio mostrado por 9.073 alumnos de 15 años que respondieron, en el 2012, un módulo sobre resolución creativa de problemas de la vida cotidiana, en el marco de las pruebas del Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa).
Vale anotar que los países que participaron en dichos exámenes podían aceptar o no que sus estudiantes respondieran este módulo, que mide su capacidad de desarrollar procesos cognitivos para entender y resolver dilemas donde el método de solución no es obvio, sino algo más complejo. De 65 países participantes en las Pisa de hace dos años, entre ellos Colombia, 44 aceptaron (85 mil estudiantes en total).
El país, que quedó en el último lugar, obtuvo 399 puntos y compartió las peores posiciones con Bulgaria, Uruguay, Montenegro, Emiratos Árabes Unidos y Malasia. Los primeros lugares fueron obtenidos por Singapur, Corea del Sur, Japón, China, Canadá, Australia, Finlandia, Reino Unido y Estonia. Brasil ocupó el lugar 38 y Chile el 36 y Estados Unidos se situó en el lugar 11.
En esta medición se pidió a los jóvenes responder cuestionamientos de la vida diaria, con complejidad variada, en un contexto global.
salud:
Hay algunas soluciones parciales en curso que es preciso afianzar, como el control de precios a ciertos medicamentos monopólicos, y el giro directo en el régimen subsidiado. No obstante, la magnitud de la crisis es tal que difícilmente se va a superar por la vía de mejoras incrementales en los esquemas actuales. Hay que adoptar medidas que vayan a las causas subyacentes de los problemas observados.
- Eliminar la figura del recobro. Idealmente el plan de beneficios debería tener la flexibilidad para atender casos atípicos y excepciones, de manera que no prosperaran las reclamaciones de servicios por fuera del plan. Sin embargo, mientras los jueces o comités puedan impartir la orden vinculante de prestar servicios no POS, estos servicios se deben prestar y pagar de manera diferente.
El gobierno podría crear una unidad especializada para negociar centralizadamente precios y contratar la provisión de los servicios no POS más costosos con prestadores idóneos, en condiciones predefinidas, con presupuestos y reglas caras. Lo fundamental es que no haya pago por evento a posteriori.
Los pacientes que lo requieran se remitirían a estos prestadores, quizá descontando a las EPS el valor de la parte POS de los servicios que se evitarían al remitir el paciente.
Eventualmente se podría usar la institucionalidad de la cuenta de alto costo para administrar estas prestaciones excepcionales. Aún si se crea una nueva unidad, probablemente cueste menos de lo que cuesta actualmente la auditoría de los recobros.
4.
Colombia, a diferencia de muchos países de su mismo nivel de ingreso, ha logrado llegar muy cerca de la cobertura universal. Por igual, ciudadanos con riqueza o pobreza tienen acceso a clínicas de primerísima calidad y hay solidaridad en las contribuciones de empleadores con trabajadores y de los mayores niveles de remuneración con los menores.
Antes había 3.5 millones de personas aseguradas y en gran parte del país prevalecían los servicios de caridad, con atención superficial a la mayoría, que carecía de capacidad de pago.
Nuestro Gobierno pasó de 25 millones de personas aseguradas a casi la totalidad de la población, con énfasis en los grupos más vulnerables, entre los cuales se incluyeron compatriotas indígenas y afrodescendientes. Se nivelaron los planes de servicios para niños, jóvenes, ancianos y en ciudades como Barranquilla para toda la población. Con reestructuraciones y austeridad burocrática se evitó el cierre de más de 200 hospitales y muchos, que estaban cerrados, fueron reabiertos.
Se cancelaron EPS infiltradas por grupos terroristas. La Nueva EPS, que asoció al Estado con cajas de compensación, remplazó la ineficiencia del Seguro Social.
Las clínicas de esta entidad fueron reformadas y puestas en manos de universidades, cajas de compensación y fundaciones, con resultados bastante positivos. La integración vertical se limitó al 30%. Se aumentaron los recursos para el sector con fuentes de rentas como el IVA a la cerveza, a los juegos y aumentos tarifarios para cigarrillos y licores. Y, apenas quedó iniciado el giro directo. La declaratoria de inexequibilidad de la emergencia social nos privó de instrumentos de control que debimos anticipar con proyectos de ley.